Este acuario representa una escena natural cuidadosamente compuesta, inspirada en la estética de los paisajes terrestres erosionados por el tiempo. A través del uso de piedra Elephant King y raíces retorcidas, se ha creado un desfiladero central que aporta una marcada sensación de profundidad y perspectiva, guiando la vista hacia el fondo del montaje. Las plantas han sido seleccionadas por su contraste de formas, texturas y tonos, generando equilibrio visual entre masas verdes densas y detalles finos. La combinación de epífitas, plantas de tallo y tapizantes aporta dinamismo sin saturar el espacio, manteniendo una lectura clara del paisaje.

La fauna se ha elegido con discreción para no romper la armonía: pequeños peces de cardumen, gambas ornamentales y caracoles completan el ecosistema aportando vida y movimiento. El abonado regular, la inyección de CO₂ y una rutina de mantenimiento constante permiten que las plantas crezcan sanas y vigorosas, manteniendo la vitalidad del conjunto. Se trata de un paisaje acuático pensado no solo como un entorno funcional, sino como una obra viva que evoluciona con el tiempo, donde cada elemento ocupa su lugar con intención y naturalidad.